sábado, 10 de noviembre de 2007

¿Venas o circuitos?

Visión especulativa sobre el uso de la robótica en la sociedad, la sustitución del ser humano por androides y las consecuencias de ese nuevo estilo de vida que tanto se ansía.

Matrimonios con robots, polillas cyborgs, humanoides, gatos mecánicos que expresan sentimientos... La robótica evoluciona poco a poco y se enrumba a destruir los límites entre lo vivo y la materia inerte. El objetivo es "hacer más fácil la vida del ser humano".

Se compite por hacer máquinas con capacidades de razonamiento asombrosas. Estos nuevos seres podrán hacer las tareas aburridas, desde las más básicas hasta las más riesgosas, por ejemplo el rescate en campo de guerra. Sin embargo, ¿llegarán las máquinas a ser tan inteligentes como nosotros?

No es raro que se pretenda enviar un robot de corresponsal de guerra a cubrir las noticias, pero aún esta maquinaria carecerá de imaginación, de razonar por métodos que no incluyan a la lógica matemática y sobre todo de determinar decisiones en rangos más amplios de la dupla correcto/ incorrecto.

¿Quién imita a quién?

Aún es difícil vislumbrar un humanoide tan inteligente como su modelo, hasta el momento algunos robots sofisticados sólo entretienen a los más pequeños en las guarderías.

Y aunque suene futurista, una posibilidad más cercana sería que el ser humano incorpore, como lo ha hecho con todas las máquinas (marcapasos, articulaciones artificiales), un poco de estas dentro de su organismo, para convertirse en un cyborg, mejorando sus características.

Sería comparativamente más fácil insertar dentro del cerebro humano un microchip que le permita tener mayor capacidad de almacenamiento de información o memoria, antes que construir un androide que pueda sentir lástima o alegría cuando se le ordene algo.

El problema sería el acceso que se tenga a estas tecnologías, pues el costo podría desembocar en segregar a las mujeres y hombres en cyborgs y naturales, ya sea por decisión propia o por brecha social.

Todo llegará a recaer sobre la capacidad de nuestra raza para utilizar las herramientas, avanzadas o no, en beneficio de la mayoría o para aplicarse de buena manera. Siempre detrás de la máquina habrá una mente de carne y hueso, o en el futuro, conviviendo con ella.

Un video para reflexionar, a pesar del objetivo publicitario.